Ivan Petrovich Pavlov, fisiólogo ruso, había iniciado su trabajo de investgación con el objeto de estudiar factores glandulares y nerviosos en el proceso digestivo, trabajo por el cual sería galardonado con el premio Nobel en 1904. El principio de sus investigaciones sobre reflejos condicionados (llamadas, en principio «secreciones psíquicas») surgiría a partir de la tesis de Wolfsonh, «Observaciones de las secreciones salivales», trabajo del cual había sido director.
Pavlov había observado en sus trabajos sobre fenómenos glandulares, que los perros (los organismos con los que experimentaba) se producían secreciones gástricas con el alimento durante el proceso de digestión, y después de varios ensayos, sólo la presencia del experimentador, parecía tener influencia sobre el organismo, ya que esto solo era suficiente para provocar el fenómeno de secreción. Por ello las denómino «secreciones psíquicas» ya que no se encontraban razones fisiológicas que las justificaran.