Alonso Vidal nació poeta, del mismo modo, decía Borges, que los reyes nacen para serlo. Un poeta del amor y del desierto. Un poeta de altos vuelos, de hermosa voz poblada de imágenes sugerentes. Un poeta que, además fue promotor de literatura, promotor de arte. Sonora sería menos luminoso sin Alonso Vidal.
La raíz del ángel es una obra amorosa. Versos, como suele indicar Rubén Bonifaz Nuño, para exaltar lo más profundo y lo único sagrado que el ser humano posee: el amor. Estos versos son más bien cantos de angustia y en ocasiones de desamor que de glorificación. Con ellos Alonso Vidal se coloca dentro de la gran poesía nacional.