En el presente ensayo Jung elabora esta cuestión en el sentido de que los fenómenos anímicos pueden, en efecto, someterse a una consideración energetista, aunque por su índole misma se sustraigan a toda determinación cuantitativa exacta.
Desde este punto de vista aborda las principales transformaciones dinámicas de la energía psíquica, como la progresión, la regresión, la extraversión, la introversión y la formación de símbolos.