Esta nueva obra de Ignacio Lagarda tiene el mérito de ser el primer texto sobre el Impuesto Predial Ejidal en Sonora… y tal vez en el país. El autor, experto en temas relacionados con el desarrollo urbano, el catastro y la recaudación de impuestos derivados de la propiedad inmobiliaria, redactó el libro con un enfoque especial que beneficia a los ayuntamientos y, paralelamente, a la población del medio rural. El trasfondo del contenido técnico del libro es, pues, eminentemente social.

Ignacio Lagarda revaloriza la importancia del impuesto predial para el desarrollo de las comunidades ejidales, considerando que casi la totalidad de su recaudación se retorna en obras de bienestar colectivo. Dada la oportunidad para la administración municipal, y para las propias localidades, de multiplicar recursos públicos mediante los programas de inversión en las que participan simultáneamente los ciudadanos, el Ayuntamiento y otros ordenes de gobierno, la eficiencia en la recaudación de este impuesto adquiere mayor relevancia.

Otro mérito del autor, el más importante por cierto, en su propuesta de concreción inmediata recurriendo a una metodología accesible para elevar la eficiencia tributaria. El libro es una guía valiosísima para aplicar la informática a los sistemas de recaudación de las tesorerías municipales. Más que profundizar en teorías y reflexiones sobre política hacendaria -temas que también estudia el autor- en esta ocasión Ignacio Lagarda enseña su metodología con ejemplos prácticos de gran utilidad para los responsables directos de las funciones de cálculo, cobro y control del Impuesto Predial Ejidal.

Solo por esa aportación el libro es una herramienta indispensable en la administración de la hacienda pública de todos los ayuntamientos, pues en todos los municipios de Sonora existe población ejidal. Y es muy importante también para los funcionarios y legisladores interesados tanto en las finanzas estatales y municipales como en el desarrollo regional.

Lic. César Rubio García