La Carta de las Naciones Unidas es el tratado internacional fundador del organismo, y que hace las bases de su constitución interna. Además, la Carta establece las obligaciones de las Naciones Unidas por encima de las demás obligaciones del tratado.
La mayoría de los países del mundo han ratificado ya la Carta. Una notable excepción es la Santa Sede, que ha optado por seguir siendo un estado permanente de observación y, por tanto, no es un completo signatario de la Carta.
En virtud del artículo 92 de la Carta, el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia anexo pasa a formar parte integrante de la misma. Regula el funcionamiento de la Corte Internacional de Justicia, el órgano judicial principal de la ONU, y está basado en el estatuto de la Corte Permanente de Justicia Internacional.